Es un hecho que el secador resulta de gran ayuda, especialmente si se trata de moldear nuestro peinado; hacer un brushing o usar tras una ducha nocturna en días de frío. Sin embargo, así como estas utilidades son obvias, también lo es el que este artilugio tenga sus “contras”.
Para nadie es un secreto que el calor reseca y maltrata el cabello. Sin embargo, hay ciertos tips que puedes seguir para que el procedimiento sea más saludable y con resultados de ensueño. ¡Como recién salidas de la peluquería! Toma nota y ponlos en práctica:
1. Pasa el secador siempre desde las capas de abajo hacia arriba. Y recoge la parte superior de tu pelo - tal como la estilista lo hace -, de manera que veas lo que estás logrando.
2. ¡El cepillo redondo es un práctico aliado! y tras leer esto, te asegurarás de que no te falte. Con ayuda de uno de estos artilugios, toma el pelo desde las raíces, llevando el cepillo por debajo hacia las puntas y moviendo el secador por encima de éste. Asegúrate de que el aire se dirija hacia abajo, a fin de cerrar las cutículas. Cuando haces esto, evitas el frizz y conservas el brillo.
3. Una vez que el cabello esté seco, rocía un alisador térmico, que protegerá tu pelo de los daños producidos por el calor.
4. Ahora, ¡a sacar la plancha! Deslízala por tu cabello, deteniéndote en las puntas, para así lograr un topísimo efecto disparejo.
5. Aplica unas gotitas de brillo o silicona en las puntas, para un acabado radiante. Y si quieres que el look perdure por uno o más días, date un suave masaje con talco en el cráneo. ¡Se mantendrá por tiempo record!
Y bien, ¿te lamentabas de nunca lograr los mismos resultados de la estilista? Obsérvate ahora frente al espejo y ¡voilá! Maravíllate y disfruta el cambio.
Imagen CC Paolo Neoz