Es cierto, el tiempo pasa y eso se reflejará de una u otra manera en nuestra piel, pero eso no significa que debamos despreocuparnos, ya que muchas de las marcas que deja el tiempo en nuestra piel aparecen más temprano por errores y malos hábitos que cometemos a diario.
Como siempre, la recomendación principal es mantenerse hidratada, ya que el agua tiene múltiples beneficios en el área de la belleza y es momento que la tomemos en serio. Este líquido nos ayudará a mantener una piel firme y fuerte. Pero además de este consejo, les dejamos aquí tres hábitos cotidianos que debemos erradicar para frenar un poco el paso del tiempo.
1. Frotarse los ojos
Desde chica mi mamá me decía “no te arrugues, no te frotes los ojos”, pero a veces se hace tan necesario. Ante la mínima picazón, empiezo a frotarme los ojos hasta que quedan rojos, pero libres de esa sensación. Mal, sé que está mal y cada vez que me descubro haciéndolo intento reprimir mis ganas y recordar las razones por las cuales no debo hacerlo, al menos evitarlo dentro de lo posible. Les hace pésimo, la piel de los párpados es muy delicada y al frotarla, "desgastamos" su elasticidad y ayudamos a que se arrugue mas rápido. Y para qué hablar del maquillaje: un bonito delineado se arruinaría si nos frotamos los ojos, y no creo que nadie quiera estarse retocando varias veces al día el maquillaje.
2. No aplicarse bloqueador solar
Volvemos a un tema que le hemos dado protagonismo en varias ocasiones: la importancia de usar bloqueador solar. Quizás ahora con el clima veraniego con el que nos ha sorprendido estos últimos dias, nos hemos acordado del bloqueador, pero éste debería estar siempre presente en nuestra cartera, sin importar la estación del año en la que nos encontremos. Los rayos solares perjudican directamente nuestra piel, volviéndola más oscura, haciendo aparecer manchas y perjudicando su elasticidad, por lo que las arrugas se hacen presentes antes. Cuiden su rostro, manos cuello y pecho, es decir todo lo que quede expuesto al sol, a diario con un buen bloqueador sobre el factor 30. (Para la cara, ideal factor 50).
3. No usar anteojos de sol
Aquí ya vamos hacia los accesorios y es una de las pruebas más fáciles de reconocer. Típico, salen de la casa, olvidan sus lentes y luchan todo el día contra el sol, lo que significa arrugarse, en ocasiones derramar algunas lágrimas que aparecen por motivo de los rayos y forzamos nuestra vista y rostro para poder mirar bien. ¿Cómo no le va a hacer mal a nuestra piel todo eso? Y ojo, que esto no sólo pasa en estos días más soleados, sino que también en algunos nublados donde de la misma manera, se percibe una luz molesta que nos perjudica la visión, por lo que fruncimos el ceño para proteger nuestros ojos de los rayos solares. La solución al menos es fácil: andar siempre con los anteojos a mano.
¿Qué opinan chicas? ¿Reconocen alguno de estos malos hábitos?