El lavado de cabello es una práctica cotidiana. A la semana la llevamos a cabo varias veces y ya es parte de nuestra rutina, por lo que, como tal, a veces automatizamos y no pensamos mucho. Es así como caemos en algunos errores, ya sea por desconocimiento o por flojera, y la verdad es que es entendible, es algo tan común que ya después no pensamos.
Sin embargo, esto nos puede pasar la cuenta, ya que de a poco vamos dañando nuestro cuero cabelludo y también la “calidad” de nuestra cabellera. Pero bueno, nada es tan grave, así que aún están a tiempo de remediar aquellas malas prácticas. Pongan atención a estos tres errores.
1. En primer lugar, tenemos un mal hábito típico de cuando estamos cansadas: no enjuagarnos bien el pelo antes de aplicar shampoo. Claro, estamos tan cansadas que queremos terminar pronto, entonces nos mojamos rápidamente, aplicamos el producto y ahí mismo vamos esparciendo el shampoo en nuestro cabello. Mal ahí, porque al contar con menos agua el producto no genera tanta espuma e intentamos compensar agregando aún más shampoo, lo que se convierte en una invasión no muy sana. La idea es considerar dedicarle unos minutos al lavado del pelo, mojándolo muy bien antes de aplicar en shampoo. Con un poquito debiese bastar.
2. Al momento de aplicar en shampoo lo peor que podemos hacer es rascar con las uñas. Herimos nuestro cuero cabelludo y además producimos frizz. El shampoo debe esparcirse y masajearse con las yemas de los dedos, suavemente con movimientos circulares, para cuidar nuestro cuero cabelludo y mantener un pelo bonito y sin frizz.
3. Finalmente, hay un punto que yo al menos nunca había considerado y que realmente lo llevaba a cabo: aplicar el producto siempre desde el mismo lugar, y de manera directa. Esa práctica impide que el shampoo se esparza lo suficientemente bien, y el aseo deja de ser uniforme. Lo que se debe hacer es poner la cantidad deseada en la palma de la mano, frotar con ambas manos y luego aplicar en el cuero cabelludo, procurando que el shampoo abarque toda la cabeza, de frente a nuca y de oreja a oreja.
¿Qué les parece? Probablemente, al igual que yo, ustedes cometían alguno de estos errores, pero con estos consejos les aseguro que tendrán una melena limpia, sana y bonita todo el año. Muchas veces pensamos que necesitamos productos costosos, cuando la mayoría del tiempo la clave está en prevenir más que en curar.