El invierno definitivamente no es la época predilecta de nuestros labios. Y, ¿cómo podría serlo?, si es cuando más se resecan y se parten. Habrás notado que es en este periodo cuando más das besos ásperos. Algunos sufren tanto que se agrietan, con el consiguiente dolor que este problema nos provoca.
Pero, ¿sabes por qué esta situación se repite año tras año? La doctora Alejandra Ríos, directora médica de Central Klinic, responde a esta interrogante: la culpa es del frío. Las bajas temperaturas provocan la deshidratación de nuestros labios, por lo que extremar su cuidado en esta época será imperativo. Pero ¡ojo! requieren de atención durante todo el año, puesto que contienen una superficie de piel transicional y carecen de un estrato córneo desarrollado. No hay que olvidar que también en el verano sufren, por lo que es una zona que hay que requiere de atención constante y persistente.
Hay que tener en cuenta, además, que los alimentos irritantes y la edad también contribuyen a dañarlos, causando fisuras. Lo mejor para evitar que las infecciones proliferen es tratar de mantenerlos tersos y libres de grietas. Para ello, la doctora recomienda lo siguiente:
1. Aplicar compresas frías de manzanilla antes de dormir, tip casero que los mantendrá hidratados. Luego, colocar vaselina en crema y dormir con ella, en caso de que la resequedad sea extrema.
2. Usar bálsamos labiales y con protección solar durante todo el año, especialmente antes de comenzar el invierno.
3. Seguir una dieta rica en vitaminas, que incluya alimentos como vegetales verdes, huevos, atún, naranja, coliflor, champiñones, semillas de sésamo, camote, zanahoria, paté de hígado, carne de cerdo, berries, cítricos, sandía y melón. Además, es recomendable consumir abundante agua, para mantener la piel suave y los labios humectados.
4. Minimizar el uso de labiales larga duración, puesto que contienen un porcentaje mayor de grasa que de emolientes, lo que da una sensación de poca humectación.
Y tú, ¿cómo cuidarás tus labios en invierno?
Imagen CC Alex